Las pieles grasas presentan unas características específicas como exceso de sebo, brillos en la zona T, poros abiertos, tendencia a la formación de granitos y puntos negros y sensibilidad. Por ello, necesitan de una limpieza facial determinada que incorpore, además un gel adecuado para este tipo de piel, un tónico astringente para quitar el exceso de grasa, cerrar los poros y permitir su buena respiración.

Tónico de pepino y té verde
El pepino es un alimento astringente y un remedio natural perfecto para disminuir la oleosidad y evitar la aparición de granitos. Por su parte, el té verde ofrece una acción antibacteriana que es muy beneficiosa en caso de acné y para eliminar puntos negros y las toxinas que se acumulan en la piel del rostro.

Para preparar este tónico para la piel grasa, necesitas un sobre de té verde y medio pepino. Primero, pela el pepino, tritúralo y mézclalo con el líquido del té verde. Debes dejar reposar la mezcla en el frigorífico durante 5 días y aplicarlo sobre el cutis en las noches, verás cómo tu piel se renueva y se libera de la grasa.

Tónico de leche de magnesia
La leche de magnesia es un líquido blanco acuoso que se destaca por combatir la grasa del rostro y proporcionar a la piel un efecto mate que impide la formación de brillos a lo largo del día. Además, previene la obstrucción de los poros evitando así que aparezcan puntos negros. Para comprobar los resultados, mezcla una taza de leche de magnesia con 1/4 de taza de agua, humedece un disco de algodón en el líquido y pásalo por la zona T del rostro (frente, mejillas y mentón). Deja reposar durante 10 o 15 minutos y ¡listo!

Tónico de aloe vera y limón
Los increíbles efectos del limón sobre las pieles oleosas son fantasticas, y si lo combinas con el aloe vera conseguirás un tónico facial casero espectacular no solo para desobstruir los poros y regular la producción excesiva de las glándulas sebáceas, sino también para regenerar los tejidos dañados de la piel y prevenir todo tipo de impurezas. ¿Quieres probarlo? Entonces solo tienes que mezclar dos cucharadas de pulpa o gel de aloe vera con el jugo de medio limón y aplicarlo sobre el rostro con suavidad. No hace falta que lo enjuagues, déjalo secar por sí solo y te sorprenderán los resultados.